Para mejorar tus resultados comerciales, aplica la famosa regla: “haz a otros lo que te gustaría que te hicieran”, “trata a los demás como te gustaría que te trataran” y, traducida al ámbito de las ventas, “vende a los demás como te gustaría que te vendieran a ti”.
Cada persona “es un mundo” pero, en el fondo, nos somos tan diferentes
¿Qué significa esto?. ¿No es cierto que existen multitud de personalidades diferentes que requieren aproximaciones y técnicas de venta diferentes?. Entonces, ¿cómo voy a aplicar a todo el mundo una simple regla similar para todos?. La verdad es que esta reflexión es cierta. Cada cliente es un mundo y requiere técnicas y aproximaciones diferentes. Sin embargo, todos ellos tienen unos requisitos comunes. ¿Te imaginas cuáles son?
Si yo te preguntara cuáles son los aspectos que valoras de un vendedor y de una entrevista de ventas cuando tú eres el comprador, ¿qué me dirías?. Probablemente, me hablarías de honestidad, integridad, profesionalidad, conocimiento del producto, empatía, vocación de servicio, etc.
Pues bien, vende a tus clientes con honestidad, integridad, profesionalidad, conocimiento del producto, empatía y vocación de servicio y conseguirás grandes resultados. Si a ti te gusta que un vendedor se preocupe por tus necesidades antes de ofrecerte un producto, haz tú lo mismo con tus clientes. Si te gusta que tu vendedor conozca bien las características, ventajas y beneficios de los productos que te ofrece, esfuérzate tú en conocer a fondo los productos que tú ofreces. Si valoras que quien viene a venderte se preocupe realmente por ti y tu situación, haz tú lo mismo con tus clientes. Parece sencillo, ¿verdad?.
Preocúpate por tus clientes y lo sabrán valorar
De todas las cosas que suelen valorar los clientes de un vendedor, la preocupación por ellos y sus necesidades es quizás, la más importante. Los vendedores que consiguen los mejores resultados se preocupan de sus clientes por en cima de la media. Se preocupan por la persona, por su negocio, por su familia y por todo lo que tiene que ver son su realidad.
Comprueba tú mismo la importancia que esto tiene. Identifica a tus clientes más importantes, aquellos que más cantidad y más habitualmente te compran. ¿Son de los que más o de los que menos te preocupas?. ¿Tienes más o menos relación con ellos que con el resto?. Salvo excepciones, lo habitual es que los clientes de los que más nos preocupamos y a los que damos un trato más cercano, son los que más nos compran. ¡Aumenta tu preocupación por todos tus clientes y aumentarás tus cifras de ventas!. Al fin y al cabo, plantéate: “¿me gusta que se preocupen por mí cuando tratan de venderme?. A tus clientes también.
Ejercicios para la acción
Aquí hay tres cosas que puedes poner en marcha inmediatamente para conseguir mejores resultados:
Primero, identifica los aspectos que tú valoras cuando compras a un vendedor o consumes un servicio. Escribe estos aspectos con todo detalle y luego pregúntate ¿hago yo cada una de estas cosas con todos mis clientes o cuando quiero conseguir un cliente nuevo?.
Segundo, decide poner en marcha aquellas cuestiones de las anteriores en las que piensas que estas por debajo de la media o crees que deberías mejorar para conseguir mejores resultados. Recuerda que a tu cliente le gusta ser tratado como a ti te gusta que te traten.
Tercero, revisa tu cartera de clientes y piensa en “lo que cuidas o no” a cada uno de ellos. Piensa el grado en que te preocupas por cada uno de ellos y el tipo y frecuencia de relación que tienes con cada uno de ellos. Saca conclusiones de este análisis y mejora las relaciones con todos tus clientes.
Cada persona “es un mundo” pero, en el fondo, nos somos tan diferentes
¿Qué significa esto?. ¿No es cierto que existen multitud de personalidades diferentes que requieren aproximaciones y técnicas de venta diferentes?. Entonces, ¿cómo voy a aplicar a todo el mundo una simple regla similar para todos?. La verdad es que esta reflexión es cierta. Cada cliente es un mundo y requiere técnicas y aproximaciones diferentes. Sin embargo, todos ellos tienen unos requisitos comunes. ¿Te imaginas cuáles son?
Si yo te preguntara cuáles son los aspectos que valoras de un vendedor y de una entrevista de ventas cuando tú eres el comprador, ¿qué me dirías?. Probablemente, me hablarías de honestidad, integridad, profesionalidad, conocimiento del producto, empatía, vocación de servicio, etc.
Pues bien, vende a tus clientes con honestidad, integridad, profesionalidad, conocimiento del producto, empatía y vocación de servicio y conseguirás grandes resultados. Si a ti te gusta que un vendedor se preocupe por tus necesidades antes de ofrecerte un producto, haz tú lo mismo con tus clientes. Si te gusta que tu vendedor conozca bien las características, ventajas y beneficios de los productos que te ofrece, esfuérzate tú en conocer a fondo los productos que tú ofreces. Si valoras que quien viene a venderte se preocupe realmente por ti y tu situación, haz tú lo mismo con tus clientes. Parece sencillo, ¿verdad?.
Preocúpate por tus clientes y lo sabrán valorar
De todas las cosas que suelen valorar los clientes de un vendedor, la preocupación por ellos y sus necesidades es quizás, la más importante. Los vendedores que consiguen los mejores resultados se preocupan de sus clientes por en cima de la media. Se preocupan por la persona, por su negocio, por su familia y por todo lo que tiene que ver son su realidad.
Comprueba tú mismo la importancia que esto tiene. Identifica a tus clientes más importantes, aquellos que más cantidad y más habitualmente te compran. ¿Son de los que más o de los que menos te preocupas?. ¿Tienes más o menos relación con ellos que con el resto?. Salvo excepciones, lo habitual es que los clientes de los que más nos preocupamos y a los que damos un trato más cercano, son los que más nos compran. ¡Aumenta tu preocupación por todos tus clientes y aumentarás tus cifras de ventas!. Al fin y al cabo, plantéate: “¿me gusta que se preocupen por mí cuando tratan de venderme?. A tus clientes también.
Ejercicios para la acción
Aquí hay tres cosas que puedes poner en marcha inmediatamente para conseguir mejores resultados:
Primero, identifica los aspectos que tú valoras cuando compras a un vendedor o consumes un servicio. Escribe estos aspectos con todo detalle y luego pregúntate ¿hago yo cada una de estas cosas con todos mis clientes o cuando quiero conseguir un cliente nuevo?.
Segundo, decide poner en marcha aquellas cuestiones de las anteriores en las que piensas que estas por debajo de la media o crees que deberías mejorar para conseguir mejores resultados. Recuerda que a tu cliente le gusta ser tratado como a ti te gusta que te traten.
Tercero, revisa tu cartera de clientes y piensa en “lo que cuidas o no” a cada uno de ellos. Piensa el grado en que te preocupas por cada uno de ellos y el tipo y frecuencia de relación que tienes con cada uno de ellos. Saca conclusiones de este análisis y mejora las relaciones con todos tus clientes.
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